Las autoridades han tomado medidas para que en los municipios se evalúe la situación sanitaria y ambiental y por ello en el Concejo Departamental de Gestión del Riesgo del Tolima se determinó que serán los alcaldes y sus respectivos consejos municipales quienes definan si se realizan o no las ferias y fiestas programadas en sus territorios, ante la amenaza por fiebre amarilla.
Es claro que la decisión no
prohíbe directamente los eventos, sí responsabiliza de manera directa a las
autoridades locales por acatar o no las recomendaciones nacionales. La
gobernadora Adriana Magali Matiz, quien presidió el Consejo, defendió la
proposición aprobada por mayoría.
En resumen, cada municipio
deberá asumir las consecuencias de consentir aglomeraciones en medio de una
emergencia sanitaria declarada.