El Tolima es en este momento el tercer departamento productor de café en el país, con una producción anual que alcanzó las 102.000 toneladas.
En
los últimos años el Tolima, se ha afianzado en los últimos años como uno de los
principales productores de café especial del país. Esta transformación en la
industria cafetera local no solo ha mejorado la calidad del producto, sino que
también ha tenido un impacto significativo en la economía y el desarrollo
social de la región.
De
acuerdo a datos de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, el Tolima
es actualmente el tercer departamento productor de café en el país, con una
producción anual que alcanzó las 102.000 toneladas en 2023. Lo más destacable
es que, de esta producción, aproximadamente el 35% corresponde a cafés
especiales, un aumento considerable desde el 20% registrado en 2018.
Los
cafés especiales del Tolima se identifican por sus perfiles de sabor únicos,
que van desde notas cítricas y frutales hasta tonos de chocolate y caramelo.
Esta diversidad se debe a las condiciones geográficas y climáticas particulares
de la región, que incluyen altitudes que varían entre los 1.200 y 2.100 metros
sobre el nivel del mar, suelos volcánicos ricos en nutrientes y un régimen de
lluvias favorable.
El
municipio de Planadas, se ha destacado particularmente en la producción de café
especial. En 2022, un café de esta región obtuvo un puntaje de 90.5 en la
escala de calidad de la Specialty Coffee Association, posicionándose entre los
mejores del mundo. Este reconocimiento ha atraído la atención de compradores
internacionales y ha elevado el precio promedio del café tolimense en el
mercado global.
De
acuerdo a un informe de la Cámara de Comercio de Ibagué, los ingresos generados
por la exportación de café especial en el departamento aumentaron un 40% entre
2020 y 2023. Este incremento se traduce en mejores precios para los productores
locales, que pueden recibir hasta un 30% más por su café especial en
comparación con el café convencional.
Diferentes
reportes de distintas asociaciones dan cuenta del aumento promedio del 25% en
sus ingresos desde que se enfocaron en la producción de café especial. Este
incremento ha permitido a muchos agricultores invertir en la mejora de sus
fincas, en educación para sus hijos y en la diversificación de sus cultivos.
El
impacto va más allá de lo económico. La producción de café especial ha
fomentado prácticas agrícolas más sostenibles en la región.