La Ley contra el ruido fue aprobada en su cuarto y último debate en el Congreso. Su objetivo es reducir la contaminación acústica y dotar a las autoridades de más herramientas para controlar el ruido.
La plenaria del Senado votó mayoritariamente por este
proyecto de ley que cuenta con 25 artículos y cuyo objetivo es establecer una
política pública con la cual las autoridades regionales y nacionales, más allá
de la Policía, tengan herramientas para controlar el ruido emitido desde sitios
privados. La iniciativa también incluye un capítulo de estrategias pedagógicas
y culturales dirigidas a la ciudadanía.
El Senado de la República aprobó la ley en contra del
ruido, que conlleva a múltiples sanciones y multas. Aquí todos los detalles.
La iniciativa, que busca proteger la salud pública y
promover una convivencia más armónica entre los ciudadanos, introduce sanciones
claras y medidas concretas para regular el impacto del ruido tanto en espacios
públicos como privados.
La Ley contra el Ruido, impulsada por el representante
Daniel Carvalho y la senadora Andrea Padilla, responde a un problema creciente
en las principales ciudades del país, donde los niveles de ruido superan los
límites recomendados para la salud humana. Según estudios de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), la exposición prolongada a niveles de ruido
superiores a los 65 decibeles puede generar problemas cardiovasculares, estrés,
pérdida auditiva y afecciones psicológicas.
"Uno de los datos que más nos asustó es que el
70% de las llamadas que entran al 123 están relacionadas al ruido", indicó
Camilo Quintero, coordinador de la ley, durante una entrevista en Blu Radio.
Este alarmante dato fue uno de los principales motores que impulsó la iniciativa,
que promete tener un impacto directo sobre las comunidades más afectadas por la
contaminación acústica.
Sanciones y medidas específicas
La Ley establece sanciones que pueden alcanzar hasta
40 salarios mínimos mensuales legales vigentes dependiendo de la gravedad de la
infracción. Entre las infracciones que se regularán figuran el ruido generado
por bares, restaurantes, eventos masivos, y el tráfico vehicular. Además, se
contempla el establecimiento de herramientas de medición y monitoreo del ruido
ambiental, con el fin de contar con datos certeros y actualizados sobre el
impacto acústico en las ciudades.
Una de las medidas más destacadas es la suspensión
inmediata de actividades que superen los límites permitidos de ruido,
especialmente si ponen en riesgo la tranquilidad de las comunidades o el orden
público. "Para la adopción de decisión sobre infracciones por ruidos que
afecten la convivencia, se seguirá el procedimiento establecido en la Ley 1801
de 2016, teniéndose en cuenta la inmediatez y oportunidad en la atención del
motivo de policía", señala el texto de la ley.
Además de las sanciones, la norma incluye programas
pedagógicos para concientizar a la población sobre los efectos negativos del
ruido y fomentar una cultura de respeto por la tranquilidad de los demás.