La aprobación del Presupuesto General de la Nación dejó un mensaje preocupante
para el Tolima. Aunque se anunció una reducción de 10 billones de pesos a nivel
nacional, esos recortes no tocaron la burocracia, sino la inversión. En nuestro
departamento, pasamos de 1,8 billones a 1,7 billones, lo que representa 100 mil
millones de pesos menos para proyectos que impulsan empleo, vivienda e
infraestructura.
Esta decisión afecta directamente a municipios como Chaparral, Planadas y Rioblanco, donde el gasto rural se verá limitado, y a zonas del oriente como Melgar, Carmen de Apicalá y Purificación, que tendrán menos recursos para avanzar en su desarrollo eléctrico y social. De nada sirve que se anuncien grandes obras si no se respaldan con presupuesto.
El Tolima merece respeto, inversión y un Congreso que
defienda sus recursos. El Tolima merece más.