Con la entrada en vigor de la Ley
2054 de 2025, el ruido excesivo ya no es solo una molestia: es una infracción
sancionable. Fiestas, vehículos, locales y obras que superen los decibeles
permitidos podrán ser intervenidos por la Policía, con multas de hasta 10
salarios mínimos diarios.
La norma también obliga a ajustar los Planes de Ordenamiento Territorial para proteger zonas sensibles como hospitales, colegios, bibliotecas, barrios residenciales y áreas ambientales.
La regulación: establece límites de
decibeles permitidos (65 dB durante el día y 45 dB en la noche) y faculta a la
policía para intervenir en casos de exceso de ruido, incluyendo fiestas,
vehículos o negocios.
No se trata de apagar la vida social, sino de ponerle freno a una cultura del ruido que ha afectado el sueño, la salud mental y la convivencia de millones de colombianos.