El
13 de noviembre de 1985, la tragedia dejó cerca de 25.000 muertos. Hoy, tres décadas después, los
sobrevivientes aún tienen pesadillas y muchos buscan sus familiares.
La
catástrofe de Armero, el municipio que se tragó el lodo en 1985, El Nevado del
Ruiz, apodado el 'León dormido' y ubicado a unos 45 km de Armero y de 5.321
metros de altura, se había despertado. "Había temblores, las cenizas
cubrían todo, el agua estaba contaminada. Eran los anuncios de una tragedia que
muchos pasaron desapercibidos.
"Treinta y tres
años después, Omaira, sigue siendo el símbolo de una tragedia que
dejó más de 25.000 muertos y casi el mismo número de damnificados.
Cuentan
los moradores que a 300 kilómetros por hora bajo por el cañón del Lagunilla, el río que baña a
Armero, una avalancha de barro de 40 metros de altura, el equivalente a un
edificio de 12 pisos, se desparramó sobre el valle, inundando todo en olas que
se elevaron hasta 10 metros.